Estafados en el concierto de Lady Gaga.

Mucha crisis pero la gente paga 200 euros por una entrada de Lady Gaga a la desesperada, normal que les timen, un fanático adolescente es un filón.

Una cantante que hace un par de años tocaba baladas en locales cutres vestida normal y a nadie le importaba un huevo, ahora que es un producto de marketing y con 1.000 asistentes a su alrededor, vestida de drak queen y con música pegadiza de discoteca resulta que es la artista de la década, lo ponen en la radio hasta la saciedad y ala, y todos como borregos a pagar burradas por las entradas, gente así tiene escrito en la cara, tímame.

El escándalo de las entradas falsas del concierto de Lady Gaga en Madrid ha empañado la actuación de la diva, perteneciente a ‘The Monster Ball Tour’ 2010, en Madrid, previsto para la noche de este domingo a las 21 en el Palacio de los Deportes de la Comunidad.

Lágrimas, lamentos y hasta gritos fueron las consecuencias del filtro practicado por la Policía, que impidió el acceso a centenares de fans que esperaba aclamar a Lady Gaga en su primer gran concierto en la capital de España (la anterior actuación fue en un local reducido llamado Ocho y Medio, cuando aún no había alcanzado la fama). Las entradas falsas para ver a Lady Gaga en Madrid ascienden a unas 400 y duplicaban asientos ya vendidos legalmente. Este problema parece que no se había dado en el espectacular concierto en el Palau Sant Jordi de Barcelona, el otro concierto de Lady Gaga en España.

Un cartel a la entrada de los accesos avisaba de la incidencia: "La organización no responde de la validez de las entradas compradas fuera de los canales oficiales de venta". A las 6 de la tarde se abrían las puertas y a esa misma hora comenzaban los problemas. El cartel lo completaban unas listas de numeraciones de entradas falsas. Pero, ¿qué había sucedido? Al parecer habían sido compradas en webs no autorizadas, aunque la impresión de las mismas es igual a las auténticas: incluyen el logotipo de ‘El Corte Inglés’ y su tipografía no muestra diferencias con las auténticas.

Algunos de los afectados mostraron su indignación públicamente con gritos y empujones, que fueron contenidos por la Policía. Otros avanzaron que piensa presentar denuncia contra los organizadores y la webs donde adquirieron las entradas y que fueron pagadas con tarjetas de crédito.

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El seguimiento a esta mujer demuestra lo ovejas y manipulables que alguna clase de gente es, no entiendo como se puede desgañitar, guardar colas ni incluso pagar un duro por ver eso. Esa clase de espectáculos, producto americano, para ellos, pero me da pena que se venda aquí, para cantar o bailar no hace falta disfrazarse. Para esa clase de espectáculos mejor en los circos.