Los Acantilados de Bandiagara se encuentran en Malí, y es una fractura geológica de aproximadamente 200 km de extensión. Localizada entre la sabana y la planicie del río Níger.fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1989. Los precipicios abruptos de roca, fueron el lugar ideal para que el pueblo Dogón asentara sus casas de arcilla, paja y excremento, como si estuvieran camufladas y protegidas ante el asedio de enemigos. La región, cargadas de historias de ataques por parte de enemigos o esclavistas que interferían con violencia en la vida de los Dogón, dio lugar al nacimiento de un estilo de vida único, en una cultura tradicional extraordinaria como la etnia Dogón. Los pueblos Dogón, se asientan al pie de muchos de los acantilados, y a lo lejos son difíciles de localizar a simple vista:
El pueblo de los Dogón llegó a asentarse en la zona de los acantilados Bandiagara hacia el siglo XV, pero la zona muestra registros de asentamiento desde hace más de 5000 años. La vida de los Dogón transcurre especialmente ligada a la agricultura y la herrería. Sin embargo, lo que les destaca y ha dado celebridad en todo el mundo, son sus esculturas, y los sorprendentes conocimientos astronómicos heredados. Aún hoy, resulta difícil explicar los datos precisos que poseen sobre nuestro sistema solar, cuando aún no existían ni remotamente los medios técnicos para acceder a tal información.
Los dogón son un pueblo de Malí (África occidental). Su población está estimada en 300.000 personas. Ocupan la región que abarca desde los Precipicios de Bandiagara al sudoeste de la curva del río Níger. Algunos dogón viven en el norte de Burkina Faso.
Los dogón son, ante todo, agricultores de mijo y herreros. Los dogones son conocidos especialmente por su mitología, sus danzas de máscaras, las esculturas en madera, su arquitectura. A lo largo del último siglo han sufrido cambios significativos en la organización social, cultura y creencias dogones, a causa, en parte, de que el país dogón es una de los principales destinos turísticos de Malí.
Los Dogón podrían ser una etnia como cualquier otra de las que abundan a lo largo y ancho del continente africano, sin embargo su compleja sociedad y cultura han despertado la curiosidad de muchos antropólogos, científicos y aficionados a los enigmas de nuestro mundo.A diferencia de la mayoría de las etnias tribales africanas, tras la aparente falta de desarrollo de los Dogón, se esconde una cultura rica y compleja, con una mitología extraordinaria y unos sorprendentes conocimientos sobre el cosmos que han llevado a algunos a pensar que este pueblo ha sido influenciado por visitantes de otros mundos en tiempos pasados.
La mayor parte del pueblo Dogón practica un dogma de características animistas, es decir que adoran objetos y elementos naturales como el agua, la tierra, las cosechas. Luego de la invasión árabe al Sahara, algunos se han transformado al islamismo, incluso en los últimos tiempos, unos pocos han adoptado el cristianismo como religión.
Lo más avanzado que tienen actualmente los dogones en cuanto a ciencia, es la medicina. Los ancianos la practican junto con la adivinación, con maravillosos resultados, y sin los rituales fetichistas comunes a todas las tribus del África negra. De hecho, los ancianos aseguran no ser brujos, pero guardan silencio cuando se les pregunta cómo realizan curaciones y predicciones con tanta exactitud. De lo poco que hablan, se ha podido deducir que se basan en la unidad del hombre con la naturaleza y en la relación entre los opuestos: la vida con la muerte, la creación con la destrucción, lo grande con lo pequeño, la salud con la enfermedad...
Si bien son celosos de sus secretos y muy poco comunicativos con los extranjeros, no son hostiles ni hoscos, y permiten que los visitantes asistan a sus fiestas, con la convicción de que no serán capaces de entender el simbolismo que hay en éstas. Así se ha podido conocer parte de sus rituales, que para algunos investigadores están lejos de ser representativos de una cultura científica, siendo más bien rituales animistas de celebración de la vida, aunque reconocen que son más avanzados que los ceremoniales mágicos de otros pueblos.
Ya sean los dogones los últimos vestigios de una antigua civilización, o un pueblo acosado por la hostilidad de sus vecinos, que desarrolló una filosofía y una tecnología sorprendentes, lo que reconocen los viajeros es que son sin duda ejemplo de un comportamiento humano verdaderamente digno... lo que de por si los convierte en un pueblo más civilizado que la mayoría de los actuales habitantes de la Tierra...
Via:Wikipedia
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